I. Postura es la
relación que cada una de las partes del cuerpo
tiene con demás. Si esa relación es la
correcta, tendremos una postura adecuada, en cambio,
si no lo es, la postura tampoco lo será. Por
ejemplo: cómo se ubica la cabeza respecto del
cuello, éste respecto de los hombros, y así
sucesivamente, conformando todo ello nuestra postura.
Adecuada o no, la postura dependerá ante todo
de un complejo sistema, en donde el hombre, como protagonista,
es único e indivisible, no sólo en el
plano somático sino también a nivel de
las formas y las funciones.
La actitud normal, como el hombre normal, son pura abstracción.
Construimos la postura gracias a la percepción
de sensaciones tales como la tensión ligamentaria,
el estiramiento muscular, el apoyo plantar, el desplazamiento
de los otolitos del oído interno, conformando
en conjunto el equilibrio mecánico, inducidos
siempre por un estímulo constante: la gravedad.
A éste fondo viene a incorporarse una modalidad
singular que nos identifica en un modo de expresión
y en un comportamiento social. Queda así registrado
un esquema de actitud “natural” como única
representación mental de nuestro equilibrio.
A este patrón de actitud respondemos siempre,
porque con él nos sentimos cómodos y seguros.
Por ésta razón condicionamos instintivamente
nuestros mecanismos automáticos de protección
del dolor, salvaguardando las funciones esenciales.
La reeducación de la postura supone un enfoque
global del individuo, analizando las alteraciones en
su organización corporal y los síntomas
que padece. Se ubica en la estructura músculo-esquelética,
verdadera armazón de nuestro cuerpo, que influye
en las funciones, condiciona los movimientos y perturba
necesariamente la sensibilidad.
II.El hombre
consigue la proeza de ponerse de pie gracias al desarrollo
de unos músculos capaces de vencer la gravedad,
llamados músculos de la estática o tónicos.
Son músculos fibrosos, resistentes, poseen un
tono de contracción elevado y constante, aún
en estado de reposo, pues tienen un sistema de autorregulación
que garantiza la estabilidad. Representan las dos terceras
partes de la musculatura total y se ubican en la parte
posterior de nuestro cuerpo desde la cabeza a los pies.
Por delante, a su vez, se organiza el sistema que sostiene
nuestra caja toráxica, manteniendo los órganos
en posición correcta. En caso de rigidez, bloquean
el tórax, frenan la respiración y limitan
la ventilación.
III.
Los músculos tónicos se organizan en cadenas,
en donde cada músculo o grupo muscular no es
más que un eslabón en el conjunto, conformando
así un verdadero modelo de globalidad funcional.
El streching global activo considera la cadena muscular
como si fuera un solo músculo extendido desde
la cabeza hasta los pies, y enfatiza la acción
integral evitando todo trabajo segmentario de reeducación
sin antes flexibilizar la totalidad de la cadena.
* Kinesióloga. Especialista en Reeducación
Postural Global y Stretching Global Activo
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