La realidad económica, política y social
que se está viviendo nos ha llevado a vivir cotidianamente
situaciones por demás estresantes y agobiantes.
Nuestro cuerpo, nosotros, lo sufrimos en carne propia,
todo lo que ocurre deja huella y se manifiesta como
puede: dolores, contracturas, cansancio, náuseas,
etc.
El sistema nervioso y el neurovegetativo hacen sus apariciones
en escena. Se hace cada vez más necesario espacios
destinados al trabajo corporal con miradas integradoras
de lo psíquico y lo físico y a lo creativo
- expresivo, porque favorecen la integración
de lo que se desea, fantasea y lo posible, el interjuego
del mundo interno con el externo.
El mundo en que se vive cada vez está más
fragmentado, disociado, a pesar de la globalización
manifiesta. Esta sociedad tiende a la fragmentación
de las partes, al consumo (excluyente para muchos) de
modas y modos: ideas de belleza preestablecidas desde
la publicidad. Un ejemplo es la valoración del
cuerpo musculoso, marcado, la ropa que se usa para las
clases de gimnasia, el tener pechos grandes, la cola
levantada, la panza lisa como un adolescente. Adolescente
con una edad cronológica diferente, ¿
por qué tanta dificultad de crecer? , ¿Cuál
es la espera?, ¿ Que se espera?, ¿ Nunca
llega lo deseado? , ¿ Se adolece de que?.
Volviendo a la disociación, el cuerpo fantaseado
por un lado, los sentimientos, las emociones, los pensamientos
por el otro. Pensando en esto recuerdo un texto que
leí hace unos días sobre el cuerpo y la
palabra, aquí va : " El verbo se hace carne.
Recordar el mundo del silencio, del simbolismo, es recordar
el cuerpo humano. Por debajo de toda antología
corre un pasaje subterráneo entre mente y cuerpo.
Los verdaderos significados de las palabras son significados
corporales, conocimiento carnal, y los significados
corporales son los significados no enunciados.
Lo que siempre está hablando en silencio es el
cuerpo." Norman Brown Las palabras como verbo,
como acción, motivadoras para cambiar, para provocar
el cambio. Me gusta pensar al pensamiento como algo
en movimiento, que produzca modificaciones en uno y
los otros, para que ocurra esto hay que expresarlo,
comunicarlo, del pensamiento a la acción. Pero
antes de las palabras, de poner palabras en el trabajo
con el cuerpo pienso que es fundamental reasegurarse
a través del movimiento corporal, desde allí
la simbolización y luego la representación
ya sea con la palabra hablada, cantada o escrita, la
plástica, secuencias de movimiento, dramatizaciones.
Estas representaciones son ese interjuego del mundo
interno con el externo, la particular manera de verse
y ver a los otros y al entorno. A través de nuestra
creatividad tenemos la posibilidad de no quedar marginados
y excluidos de la sociedad en donde vivimos, crear para
modificar, proponer cambios, es un entrenamiento que
bien vale la pena practicarlo.
|