TITULO

por Andrea Basmagi y Cecilia B. de Ubeira



"Cuando estamos en un cuerpo, nos convertimos en aprendices"

R S Heckler (The Anatomy of Change)

Las personas tenemos naturalmente una tendencia espontánea hacia el desarrollo y despliegue de potencialidades. Carl Rogers, psicólogo humanístico, llamó a este impulso natural tendencia actualizante.

La describe como un motor innato a toda persona, que dirige el desarrollo del organismo en el sentido de una mayor autonomía e integración. Para Rogers..."la vida en su óptima expresión es un proceso dinámico y cambiante en el que nada está congelado". Y es a través de nuestro cuerpo, del sentir, del pensar, del actuar que estamos participando de este fenómeno móvil que es la VIDA.

Desde el Counseling Psico Corporal confiamos en la tendencia actualizante y estudiamos cómo los procesos físicos, emocionales y actitudinales se interrelacionan favoreciendo a veces o dificultando otras el desarrollo personal. A menudo en esta búsqueda de desarrollo encontramos certezas, caminos llanos y también dudas, confusión y limitaciones.

Quizás no sabemos cómo seguir, cómo crecer y percibimos más notoriamente la distancia entre lo que somos y lo que anhelamos ser... ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo lograr que la tendencia actualizante marque nuevamente el rumbo?

El cuerpo mente como guía de un proceso de cambio y crecimiento personal Durante el siglo pasado se llevaron a cabo investigaciones sobre el aporte del cuerpo mente en los procesos de asistencia psicológica y se observó que las personas que tenían más éxito en sus terapias, eran las que no habían perdido el contacto con sus sensaciones corporales y las utilizaban para orientar sus cambios.

Aprender a escuchar con mayor profundidad y sutileza al cuerpo mente permite encontrar los recursos necesarios que traerán el crecimiento. Estar con la experiencia presente (aquello que nos pasa) con una actitud abierta y espaciosa, con atención y sin violencia abre puertas, aclara el camino; trayendo una comprensión más amplia. Una observación atenta de las tensiones corporales puede revelar qué relación hay entre estas tensiones y el plano emocional.

La posibilidad de focalizar, nombrar y permanecer con esa tensión y ese "algo del nivel emocional" que está ahí presente aún en forma no clara al comienzo, da lugar a que la experiencia se profundice. Luego vendrá el momento de darle lugar a aquello que la experiencia de la totalidad de la persona (experiencia organísmica) trae como nueva dirección.

La tendencia actualizante se hace presente otra vez. Cuando las personas cambian, lo muestran física y actitudinalmente. Al principio se nota en la relajación momentánea, la facilitación de un cambio corporal, una circulación mejor y el respirar más profundo. Después de un tiempo de proceso, los cambios decididamente se hacen más notables: en el rostro, en la postura, en los pensamientos, en las emociones y en la relación con el entorno.