POESÍA. TAMBIÉN SE ESCRIBE CON EL CUERPO

por Valeria Iglesias



No voy a pasar por alto el sentido literal del título: nuestra mano como parte del cuerpo ejecuta la acción de escribir. Pero mi intención al elegir este título es ir más profundo.

Sin duda alguna, la poesía es el género más sensual de la literatura. Sensual en tanto son los sentidos de nuestro cuerpo los que están involucrados. Escribimos con el tacto, con el gusto, con el oído, con el olfato y con la vista.

Tal vez recuerden los análisis literarios que nos hacían hacer en el colegio: marcar en los poemas las imágenes visuales, cromáticas, auditivas, etc. Es cierto que este tipo de análisis también se aplica a la literatura en general.

Pero en ningún otro género aparecen tan concentrados como en la poesía. Nada se aleja más de lo intelectual que la escritura y la lectura de poesía. Sobre todo en la poesía contemporánea, tan libre de reglas. En donde la regla principal es, inclusive, romper con todas las reglas. Todo vale, y lo que no vale lo hacemos valer.

Un poema no es otra cosa que un cuerpo que ha abierto todos sus canales de percepción. Nuestra visión del mundo se plasma visceralmente alejándose de toda comprensión intelectual. Es nuestra piel en acción o en reposo la que se expresa a través de las palabras.