DANZA DEL VIENTRE. HISTORIA
por Lucía Ferreccio
La danza del vientre pasó de sagrada a profana, para finalmente instalarse en todas los estudios de danza como una opción más a la hora de elegir una actividad física y artística.
Los primeros orígenes de las danzas pélvicas que dieron nacimiento a la danza del vientre se remontan del 6000 al 3000 a.C. Algunos estudiosos de la arqueología egipcia aseguran que la danza comenzó en el Egipto faraónico (2700 a.C. aprox.), aunque otros aseguran que ya hay trazos identificativos de la danza en la época de Nagada (4000 al 3000 a.C.) donde tenía un valor mágico, así como los amuletos en forma de muñecas de barro. El bailarín y coreógrafo Shokry Mohamed (Egipto) asegura que los primeros trazos identificativos de la danza del vientre se encuentran en el período faraónico, evidenciados por los dibujos y bajorrelieves esculpidos en las paredes de los templos.
Según la bailarina Leila Haddad (Túnez), su origen se sitúa en la India, en el período en que la humanidad rendía culto a los movimientos de los astros. Era una danza sagrada de las mujeres que siguiendo la ruta de la seda viajó hacia occidente en las caravanas de los ghawazees, los gitanos de la India. Otros autores asocian la danza del vientre a danzas rituales ofrendadas a la gran Diosa Isis (diosa de la maternidad y del nacimiento). Sitúan su origen en el 5000 a.C., aunque las primeras menciones de Isis datan de la dinastía V de Egipto (2500 al 2350 a.C.), dentro del Imperio Antiguo de Egipto.
Lo cierto es que el origen de la danza del vientre es más que confuso, lo que hace que
esté rodeada de tanto misterio.
La danza a la que actualmente llamamos danza del vientre, está compuesta por un conjunto de movimientos y posturas de bailes de diversos lugares geográficos. Se han ido sumando y mezclando movimientos de todo el norte de África (Maruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto), -inclusive se pueden distinguir rasgos de zonas más céntricas del continente africano, no sólo en la danza sino en algunos ritmos que la acompañan- , del oeste de Asia (Turquía, Siria, Irak, Irán, Arabia Saudita, Yemen, Omán), y adentrándonos en el continente asiático, siempre bordeando el Mar Arábigo, podemos encontrar elementos de India y Pakistán.
El término danza árabe, si bien está más popularizado en los países de habla hispana, no es del todo correcto. Hay una enorme cantidad de danzas árabes que no tienen ninguna conexión con la danza del vientre. Es como si dijéramos “danza argentina”, queriendo referirnos al folklore de nuestro país. El término danza del vientre fue acuñado en Francia para denominar el baile de una argelina que presentó su danza en la feria internacional de Chicago de 1888. A partir de entonces se empezó a utilizar para describir este particular estilo de danza, dentro de la gran variedad de danzas del mundo árabe.
Actualmente encontramos dos marcadas divisiones dentro de la danza del vientre. El Raks Baladi, o danza de pueblo, es un estilo egipcio con raíces fuertemente folklóricas. Posee pocos movimientos y prácticamente nada de desplazamientos. El Raks Sharki, o danza del este, es un estilo más moderno. Se caracteriza por usar elementos de otras danzas, como la danza clásica y contemporánea, y por utilizar un traje bordado de dos piezas (corpiño bordado y faja, acompañado por un pollera transparente o con tajos para lucir las piernas). Tiene un repertorio mucho más amplio de movimientos, posturas más definidas, giros y desplazamientos. Este estilo se popularizó en la década del ´20, en los clubes nocturnos de Argelia, Beirut y El Cairo. Fue en 1926, cuando Badiha Masabny (1889) compra el “Casino de la Ópera” en El Cairo donde pone a la danza del vientre sobre un escenario. La mayoría de las bailarinas de este club, algunas de ellas consideradas las mejores de Egipto, estudiaron danza clásica y contemporánea a lo largo de su carrera. Fue así cómo la danza siguió sumando movimientos nuevos, pero en este caso y por primera vez, de la cultura Occidental. Se añadieron los giros, para llenar el espacio escénico y se le dio mayor importancia a los movimientos de brazos y manos para acentuar la expresión de la bailarina. Inclusive el vestuario cambió en este nuevo estilo de danza, al que se le llamó acertadamente “estilo de cabaret”. Por empezar, fue una de las bailarinas del casino; la reconocida Samia Gamal, que bailó por primera vez con tacos altos, imponiendo así, una moda que es utilizada hasta la actualidad por cantidad de bailarinas. Por otro lado,Hollywood fue quien inspiró el vestuario brillante de dos piezas. Está claro que este “uniforme” no podría haber sido ideado en el mundo Árabe, donde a las mujeres les está prohibido mostrar su cuerpo semi-desnudo.
Desde entonces, esta danza ha sido fusionada con cantidad de técnicas (flamenco, jazz, teatro, tango, swing, ¡inclusive clown! entre otras), y se le han agregado una gran cantidad de elementos para hacerla más entretenida: candelabros, velos, sables y alas entre otros. Esta modernización de la danza tiene que ver con varios factores. Uno de ellos responde al simple hecho de que todo lo proveniente de una cultura diferente busca ser “traducido” para ser comprendido por la propia cultura; si viéramos hoy en día un danza típica de cualquier país del mundo árabe, a una gran mayoría de nosotros no le resultaría llamativa, y de seguro, no tan llamativa como la danza del vientre que conocemos en la actualidad. Justamente de aquí se desprende el segundo factor; los profesionales de este arte, tienen que satisfacer a la demanda del público, y la misma está fuertemente asociada a la imagen de la “odalisca” sexual de los harenes, con sus movimientos exóticos, transparencias y brillos. La danza del vientre muchas veces queda pegada a esta fantasía, pero la verdad es que es un arte mucho más profundo y complejo. Hoy existen muchas mujeres que buscan en esta danza una forma de conocerse, de redescubrirse y de comunicarse desde el placer del movimiento. Con ellas es con quien tenemos nuestro mayor compromiso en Espacio Nuevo Tiempo.
Otra Nota acerca de la Danza del Vientre