La Chilinga. Que no callen los tambores

por Elena García Nethe

 

 

Tambores que siempre sonarán. Por amor o bronca, por alegrías o tristezas, por Dios o el diablo, por la armonía que se genera entre el hombre y un tambor.
Que no callen los tambores!

Desde su creación en el año 1995, el proyecto artístico popular de La Chilinga no para de crecer y de sumar propuestas para integrar, crear redes, construir estrategias creativas. En definitiva, recuperar el sentido de la música: unir.

La ChilingaLa Chilinga se dedica al estudio, investigación y ejecución de diferentes ritmos afroamericanos, como el Samba enredo y Samba-reggae de Brasil; Candombe uruguayo y argentino, Marcha Camión y Murga (por el lado rioplatense); Malambo y Chacarera de Argentina; Rumba, Abakuá, Candomblé, Son, Iyesá y Makuta de Cuba, entre otros ritmos afro-latinos, además de varios ritmos propios compuestos y creados en la propia Escuela. Ésta cuenta con un gran número de alumnos distribuidos en sus diferentes sedes: Martin Coronado (de mayor actividad artística ), Florencio Varela (mayor actividad social ) y Saavedra (de mayor actividad educativa ), además de sus anexos en en Centro Cultural Sábato, Centro Cultural del Sur en La Plata y la Universidad de Lanús, entre otros.

Al día de hoy, La Chilinga cuenta con 4 discos editados y ha participado en trabajos de artistas como Los Piojos, Diego Torres, Peteco Carabajal, Ariel Prat, Los Cafres, la Chicana, Pedro Aznar entre otros. También participó en recitales de: Los Piojos, La Renga, Fito Páez, Teresa Parodi, Mercedes Sosa, Hilda Lizarazu, Vicentico, Calle 13.

Este año el 4º disco de la banda estuvo ternado como “MEJOR ALBUM CONCEPTUAL” en los premios “CARLOS GARDEL”; y, como todos los años, el 24 de Marzo La Chilinga participó junto a H.I.J.O.S de la marcha en conmemoración de los 32 años del golpe militar.


Conversamos con Daniel Buira, baterista y percusionista, creador y director del proyecto:

¿Por qué el nombre “Chilinga”?
El nombre nace por elección de un par de integrantes que componían los talleres hace ya 12 años y se saca de una canción de Rubén Rada “Chinga, Chilinga”.

¿Cómo surgió la idea?
La idea de la Escuela surge después de realizar varios viajes por diferentes países, estudiando percusión y al darme cuenta de que hasta ese momento en nuestro país no había nada de ese estilo, como ya existía por ej. En Brasil, las batucadas como Timbalada u Olodum.
Así se forma el primer grupo de La Chilinga con no más de 14 integrantes, actualmente la Escuela de Percusión Popular “La Chilinga” cuenta con más de 750 alumnos distribuidos en todas sus sedes.
Además actualmente estamos dando clases en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza en varios de sus módulos, tanto clases de Danza como de percusión, con resultados realmente increíbles.
Próximamente se abrirán talleres en el ECUNHI, Espacio Cultural Nuestros Hijos, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, recientemente inaugurado en el Predio que ocupaba la ESMA y que actualmente se está preparando para que funcione entre otras actividades este Espacio Cultural.

¿Cuentan con alguna subvención del Estado o fundación que los apadrine?
No, y a veces ni nosotros mismos lo podemos creer. A pesar de ser la mayor escuela de este tipo en el país, la pionera en esta actividad y con todo el trabajo social que realizamos no conseguimos el apoyo que muchas veces necesitamos para seguir adelante. Sí hemos conseguido, aún no en forma definitiva el predio donde funciona la Sede de Saavedra, a través de la Dirección General de Inmuebles del Gob. De la Ciudad. Y realizamos varios convenios con diferentes Entidades y Fundaciones para poder trabajar con y para las mismas, un ejemplo de esto son los talleres en las Cárceles de Ezeiza, convenio con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Muchas de las cosas que logramos se realizan a través de la participación en eventos privados, pagos. En estos eventos, donde además se brinda la posibilidad de realizar talleres empresariales, donde se resalta el trabajo grupal, se les paga a los talleristas y queda un proporcional para la Escuela que nos ayuda a seguir sosteniendo nuestro sistema de becas y el trabajo social.

¿Cuántos años dura la formación completa en la escuela y qué posibilidades tienen los egresados o estudiantes de inserción laboral?
El programa curricular de la Escuela dura 7 años, pero la mayoría de los alumnos que llegan a esta instancia siguen estudiando en la misma. La idea es que todos los alumnos que cumplan con esta cantidad de años están preparados para poder trabajar como percusionistas con cualquier músico, pero por otro lado la Escuela crea y brinda la posibilidad de trabajar a todos sus alumnos, ya que todos los puestos dentro de la escuela están ocupados por alumnos, desde los de maestranza, pasando por docentes (todos son aún alumnos de los bloques más antiguos) los encargados de sonido, luces, transporte, fabricación de remeras, instrumentos, palitos e incluso el personal administrativo, el que lleva adelante la página web, contador y abogado también son parte del alumnado de la escuela.

¿Próximos proyectos?
Los más cercanos: Show muy importante junto a Arbolito, el 20 de Junio en el Salon Sur
La apertura de los nuevos talleres en el ECUNHI
Nuevos talleres que se darán en varios Institutos de Menores dependientes de la Dirección de Cultura de la Pcia. De Bs. As.
La preparación de la muestras de los alumnos de Mitad de Año, donde los grupos de 2º año en adelante muestran sus logros y avances.
Y un montón de actividades más que van surgiendo diariamente.

Ese ritmo que brota de la tierra como una fuerza arrasadora, viene a recordarnos que se puede. Se puede crear en la diversidad, se puede hacer música con lo que somos. En un mundo en donde la exclusión avanza cada día, y en donde se nos invita a vivir por y para el consumo, los tambores nos devuelven nuestra dimensión humana. Cuando un grupo de 30, 40 personas tocando tambores nos rodea, no podemos no ser partícipes. Ya sea escuchando, bailando, tocando o cantando formamos parte de esa experiencia trascendente. Tal es el sentido del arte popular.
Dice Daniel Buira: “Siempre se prefiere la calle, por lo menos en mi caso. La calle tiene cosas que tienen que ver con lo popular, que no te da un escenario, que es más irreal. Esa cosa de las luces, estar un metro y medio más alto, hace una cosa más irreal. La calle no la podés separar nunca de lo real, la estás tocando y la estás viviendo al mismo tiempo.”

 

Mas info: www.lachilinga.com.ar