Ki Aikido

Por Carlos A Casali

 



aikido El Ki Aikido, siendo un arte marcial, presenta la curiosa situación de proponer una relación no conflictiva con el otro. De allí que en el Aikido no exista la competencia ni el concepto de combate, sino que se plantea la búsqueda de una relación armónica con el otro y con la totalidad.

En este sentido, el desarrollo y evolución de las técnicas de Ki Aikido plantean la búsqueda incesante de formas de resolución no violenta, no confrontativa, de las situaciones conflictivas.
De acuerdo con este concepto del Aikido, las técnicas son paradójicamente eficaces cuando no funcionan a través de la violencia.

Esto mismo se podría plantear en otros términos diciendo que el camino del Aikido va en la dirección de superar o trascender el plano de las fuerzas, plano que implica acción y reacción. Así, frente al conflicto, el camino consiste en no reaccionar y esto supone por lo menos dos cosas: en primer lugar el desarrollo de “formas” o de “técnicas” basados en el concepto de “no reacción” y, en segundo lugar, la superación de nuestros hábitos -emocionales e intelectuales- reactivos.

De acuerdo con lo anterior, la práctica del Ki Aikido puede ser entendida como un camino hacia la integración de la percepción o vía de unificación (Toitsudo).
El primer paso en ese camino es el de diferenciar, a través de la práctica, las percepciones puntuales y determinadas como las que constituyen nuestros objetos de pensamiento, sensaciones o sentimientos, de la percepción pura del espacio o percepción total que constituye la meta de la práctica. Habrá que aclarar aquí que la percepción de la que hablamos no es una “operación intelectual” o “gnoseológica”, sino “existencial”: en la medida en que somos nuestra percepción o que percibimos según lo que somos, el camino de la percepción total implica a la totalidad de nosotros mismos (mente y cuerpo unificados).

Este camino de la unificación requiere de un desarrollo constante sobre la base de la práctica de numerosas actividades o técnicas: respiración, meditación, elongación, relajación, coordinación sensorio motriz, técnicas marciales, etc., y sus resultados no están sólo al final sino en cada uno de los pasos que se dan en el camino: no se trata de alcanzar una meta “inalcanzable” sino de profundizare en aquello que ya somos.

* (2º dan, Ki no Kenkyukai Association Internationale)