Fototeatralidad

por Perico Lascano *

 

foto teatralCuando comentamos, con algún amgo, una película, una novela o programa de TV, una tanda publicitaria, nos encontramos con que la hemos interpretado de manera muy distinta. Hasta llegamos a discutir por supuestas diferencias de criterio y creer que el otro no ha entendido nada.
Parecería obvio decir que las distintas miradas tienen que ver con los preconceptos y las historias de cada observador. Y de allí el modo individual de contar u opinar sobre un mismo hecho.
En definitiva, en todos los casos, la interpretación surge siempre de una suma de imágenes que resumen la idea.

Toda la memoria sobre nuestra vida, nuestros recuerdos sobre lo visto o lo leído y hasta nuestros sueños suponen acciones y por ende movimientos. Sin embargo, lo que nos ha “quedado” es una sumatoria de imágenes, de momentos, de instantes, que de alguna manera nos resumen esa historia, acontecimiento o idea que tratamos de reconstruir, para poder retransmitir.
Pero, frente a un recuerdo común, para otro individuo el resumen no surge de los mismos instantes que para nosotros. Las confusas imágenes en la memoria, se combinan de la manera más coherente posible, pero desde la subjetividad individual.
Si, además, la interpretación, el cuento o el análisis lo hacemos en base a la observación de una acción u obra ajena al observador, debemos tener en cuenta la intención u objetivos propuestos por el autor de dicho acto.

Aquella despedida en el aeropuerto, aquel accidente automovilístico ocurrido en nuestras narices, aquel saludo ocasional de vereda a vereda con un conocido del vecindario, el momento en que alguien muy íntimo nos confía sus problemas o aquella fiesta inolvidable donde observamos bailar a desconocidos acaloradamente, pueden ser contados a partir del resumen de las acciones y emociones, que la memoria de cada uno de los “protagonistas” guarda y ordena.

Este proceso podrá explicarse desde la psicología, la sociología o incluso la filosofía, desde sus distintos códigos. En este caso, intento hacerlo sencillamente desde las vivencias y las experiencias en el trabajo escénico. Y lo traslado a las otras artes, buscando así vincular al teatro con todas las expresiones artísticas que, entiendo, parten de la concepción, emoción o idea que el artista intenta comunicar o expresar a través de su obra.

Tanto en las artes escénicas, como en el cine, la danza, la música, las artes plásticas, las expresiones corporales o las literarias, podemos encontrar instantes que resumen una idea y funcionan como punto de partida, expresión más acertada o conclusión para lo que se intenta exponer.

A esa búsqueda de los instantes precisos que resumen cada una de las ideas que queremos expresar en el escenario y que -de alguna manera- puedan llegar a coincidir con las percepciones o imágenes que el espectador se lleva en su memoria, al terminar la función, la he llamado caprichosamente, fototeatralidad.

Si bien, el concepto surge de la búsqueda fotográfica de la escena y del arte fotográfico en si mismo, me animo a pensar que puede aplicarse o al menos ser disparador para el análisis de todas las expresiones artísticas y culturales. La fototeatralidad sólo busca contar la escena desde otro lado, dar al actor una nueva herramienta de experimentación y comprensión de las ideas del autor y encontrarse en aquellos instantes con la mirada del espectador. Finalmente, intenta aportar una pequeña bisagra en el vínculo entre el arte dramático y las distintas expresiones de la creatividad humana.

* Lic. en Artes y Ciencias del Teatro