MÚSICA DE LA INDIA

por Ariel Chab Tarab



A partir de una historia entre el gran sabio Nárada y el Dios Vishnu se describe el espíritu de la música Indú; que es en esencia diferente a la música de occidente.

El gran sabio Nárada había logrado el dominio de las Artes, en especial el de la música, aunque todavía no había podido superar a su ego y se vanagloriaba de sus logros a cuanto lugar fuera. Vishnu, Dios preservador de la trinidad hindú, escuchó las desviaciones de Nárada y decidió darle una lección. Disfrazándose de renunciante, bajó a la tierra y fue a su encuentro. Cuando éste vio a Vishnu disfrazado de anacoreta no lo reconoció y le preguntó: Dime gran sabio, ¿qué es lo que te ha traído a mi lado? El anacoreta le respondió: El sonido de tu dulce voz, me ha traído hasta aquí. Tu fama ha llegado más allá del viento y hasta el tercer cielo. Dime, ¿Podrías tu concederme el deseo de oírte entonar algunos Ragas, para deleite de mis oídos y espíritu? Nárada, complacido por las palabras del viejo y sin rastros de humildad, comenzó una elaboradísima exposición de un Raga. Así, siguió cantando diversos Ragas durante varias horas. Al terminar su erudita exposición el anciano pidió que lo acompañara y Nárada lo siguió. Pronto se hallaron en un sitio lleno de seres mutilados y maltratados que se quejaban lastimosamente. Nárada, sorprendido ante el curioso espectáculo se acercó a uno de ellos y le preguntó qué le había sucedido. El le respondió que ellos eran los espíritus de los Ragas y de las Raginis (contraparte femenina de Raga), y que un soberbio músico llamado Nárada los había cantado incorrectamente, causándoles tanto daño, que sólo se recuperarían si un experto músico los entonaba correctamente. Atormentado ante estas palabras Nárada comprendió su impertinencia y dirigiéndose al anciano imploró su ayuda. Este comenzó a cantar cierto Raga y éste inmediatamente recuperó su estado saludable, así siguió cantando uno por uno todos los Ragas y Raginis y éstos recuperaron su forma original. Luego Vishnu también se mostró sin su disfraz y Nárada postrándose a sus pies recibió sus bendiciones.

Esta pequeña anécdota nos muestra cómo consideran los indios a los Ragas, como espíritus vivientes. Ravi Shankar dice que es más fácil definir lo que NO es un Raga. No es una escala ni una tonada. Tampoco una melodía o un modo. Esta basado en una de las 10 escalas principales pero posee además un sentimiento principal (amor, paz, heroísmo, etc.) y notas principales y secundarias. Cada Raga está asociado a un período del día (mañana, mediodía, noche tardía) o a una estación del año. La conexión que existe entre esta música y su entorno es una de sus características más importantes. También la audiencia tiene su influencia en el momento de la interpretación del Raga, ya que éste es en su mayoría improvisación. De esta manera el mismo Raga nunca se puede repetir igual aunque sea tocado por el mismo músico en condiciones similares. Otro aspecto importante es Swara (lit. "Aquello que brilla por sí mismo"). A través de la práctica diaria consciente el músico va transformando las notas musicales en Swaras, que son los reflejos de su propio ser. A mayor práctica (Sadhana) y devoción consciente mayor se refleja el ser en cada Swara. Bajo esta luz cobran sentido las palabras que me decía mi maestro Ram Chakravary: "Un gran maestro toca sólo tres notas y todos se maravillan. Nosotros tratamos de imitarlo y tocamos las mismas notas, pero no es lo mismo. El ha llegado a esa simpleza, esa síntesis, luego de transitar todo un camino de estudio y transformación." La música de la India es esencialmente vocal, ya que para poder expresar el ser el músico se vale de lo que le es más próximo y ésa es su propia voz. Aun en la música instrumental el artista tiene que hacer un camino inverso desde los dedos hacia adentro y luego emerger como un canto y transformarlo en Swaras con los dedos. Pero los Ragas también tienen su tiempo y por eso buscan una limitación dentro del ciclo rítmico llamado TAAL. Este Taal está marcado generalmente por el Tabla que con sus dos timbales va mostrando uno a uno los golpes: Dha, Dhin, Dhin, Dha, Dha, Tin, Tin... Los Taals son de diversos números de golpes: 5,7, 8, 9,10, 11, 15, 16, etc. El Raga tiene una parte fija que se ajusta y muestra el Taal claramente y luego usa el Taal como vehículo para un vuelo de improvisación. Prácticamente no existe escritura para esta música que se transmite en forma oral de maestro a discípulo desde hace cientos de años. Sus orígenes son oscuros y remotos, llenos de deliciosas imperfecciones e interpretaciones personales, al igual que el mismo Raga. Sin embargo el método de enseñanza es sorprendentemente sencillo, sólo se requiere determinación y paciencia. Este no contiene una disección analítica de la música en teoría, solfeo, armonía, contrapunto, etc., sino que el alumno, sentado cara a cara frente a su maestro, trata de imitarlo. Los logros que obtendremos a su debido tiempo son tesoros preciosos de un arte sagrado.