TERRITORIO PLANO
por Sonia Gonorazky
UNA SUTIL POETICA EN UNA HISTORIA TENUE Y DESHILACHADA
COMO LOS ESPIRITUS QUE LA PUEBLAN
El último domingo vi “Espectros”, de H. Ibsen, bajo la dirección de R. Graciano (Teatro Casa Azul, tel. 4322 1550). Luego, “Territorio Plano” (Teatro Del Abasto, tel. 4865 0014) y después “Ella” (Teatro Payró, tel. 4312 5992). Tres formas de dramaturgia, de puesta, de dirección bastante diferentes tanto desde lo artístico como en su contenido y en el ejercicio interpretativo que requieren del espectador. La primera y la última son directas, el enunciado es explícito (y este es tal vez el único punto en común entre ambas). “Territorio Plano”, en cambio, constituye para mi un hecho poético plasmado no sólo en la palabra sino también en lo físico y lo visual. Claro que hay poesías que se descifran fácilmente y otras que parecen fragmentarias y exigen cierta compenetración, un esfuerzo intelectual para quien la disfruta ofreciendo entonces una gratificación más sofisticada, y esta obra de Bernardo Cappa se emparentaría con estas últimas.
A la espectadora o el espectador desprevenida/o puede ocurrirle que se encuentre ante un conjunto de buenas actuaciones interesantes, bien logradas, pero que parezca que el relato no termina de cuajar en una “historia”. Me parece recomendable y útil –pero no indispensable- consultar la gacetilla que se encuentra en Internet y que ofrece algunas de las pistas y los elementos de partida que orientaron a los artistas (actores y técnicos). Allí se encontrarán palabras del director y el dramaturgo, que permiten develar algunos de los elementos ocultos que apuntalan “Territorio Plano” y que sirven para hilvanar la interpretación y facilitar el descubrimiento de lo que queda sin decir en esos testimonios, lo que solamente se encontrará asistiendo al teatro. Asimismo, descubren ciertos datos que quedaron intencionalmente a un costado en la obra, pero fueron herramientas para su desarrollo.
El trabajo de los actores, entre quienes se hallan tanto el director como el dramaturgo es destacable y tiene un valor propio e indestructible independientemente del argumento o fábula de la obra.
Por otro lado, el manejo escénico, la variación de las profundidades y las acentuaciones espaciales (uno de los aspectos que trabajaron con especial énfasis el director y el eficaz escenógrafo) es prístino y logra su objetivo ante el público: enfrentarlo visual y emocionalmente a estos cambios y matices que pocas veces se encuentran en la “caja italiana” del teatro, o en escenarios menos convencionales.
El vestuario apoya a los personajes e informa indirectamente sobre los vínculos entre los cuatro hermanos y la extraña Almudena, enfatizando la importancia de lo visual en la escena.
Comencé mencionando otras obras de teatro que vi en estos días, desde Ibsen hasta Territorio Plano, trabajos notables y que podrían clasificarse de “antipódicos”... el teatro joven de Buenos Aires, se aleja de los referentes “universales” sin confrontarlos, como un buen discípulo, y es muy instructivo poder captar esas diferenciaciones.
TERRITORIO PLANO
por Sonia Gonorazky
UNA SUTIL POETICA EN UNA HISTORIA TENUE Y DESHILACHADA
COMO LOS ESPIRITUS QUE LA PUEBLAN
El último domingo vi “Espectros”, de H. Ibsen, bajo la dirección de R. Graciano (Teatro Casa Azul, tel. 4322 1550). Luego, “Territorio Plano” (Teatro Del Abasto, tel. 4865 0014) y después “Ella” (Teatro Payró, tel. 4312 5992). Tres formas de dramaturgia, de puesta, de dirección bastante diferentes tanto desde lo artístico como en su contenido y en el ejercicio interpretativo que requieren del espectador. La primera y la última son directas, el enunciado es explícito (y este es tal vez el único punto en común entre ambas). “Territorio Plano”, en cambio, constituye para mi un hecho poético plasmado no sólo en la palabra sino también en lo físico y lo visual. Claro que hay poesías que se descifran fácilmente y otras que parecen fragmentarias y exigen cierta compenetración, un esfuerzo intelectual para quien la disfruta ofreciendo entonces una gratificación más sofisticada, y esta obra de Bernardo Cappa se emparentaría con estas últimas.
A la espectadora o el espectador desprevenida/o puede ocurrirle que se encuentre ante un conjunto de buenas actuaciones interesantes, bien logradas, pero que parezca que el relato no termina de cuajar en una “historia”. Me parece recomendable y útil –pero no indispensable- consultar la gacetilla que se encuentra en Internet y que ofrece algunas de las pistas y los elementos de partida que orientaron a los artistas (actores y técnicos). Allí se encontrarán palabras del director y el dramaturgo, que permiten develar algunos de los elementos ocultos que apuntalan “Territorio Plano” y que sirven para hilvanar la interpretación y facilitar el descubrimiento de lo que queda sin decir en esos testimonios, lo que solamente se encontrará asistiendo al teatro. Asimismo, descubren ciertos datos que quedaron intencionalmente a un costado en la obra, pero fueron herramientas para su desarrollo.
El trabajo de los actores, entre quienes se hallan tanto el director como el dramaturgo es destacable y tiene un valor propio e indestructible independientemente del argumento o fábula de la obra.
Por otro lado, el manejo escénico, la variación de las profundidades y las acentuaciones espaciales (uno de los aspectos que trabajaron con especial énfasis el director y el eficaz escenógrafo) es prístino y logra su objetivo ante el público: enfrentarlo visual y emocionalmente a estos cambios y matices que pocas veces se encuentran en la “caja italiana” del teatro, o en escenarios menos convencionales.
El vestuario apoya a los personajes e informa indirectamente sobre los vínculos entre los cuatro hermanos y la extraña Almudena, enfatizando la importancia de lo visual en la escena.
Comencé mencionando otras obras de teatro que vi en estos días, desde Ibsen hasta Territorio Plano, trabajos notables y que podrían clasificarse de “antipódicos”... el teatro joven de Buenos Aires, se aleja de los referentes “universales” sin confrontarlos, como un buen discípulo, y es muy instructivo poder captar esas diferenciaciones.