El término Hidroterapia deriva de las palabras griegas Hidor-agua y Therapia-curación.
Ya en el año 460-375 AC se realizaban baños de contraste de agua caliente y fría para el tratamiento de enfermedades.
Los Romanos utilizaron el agua con fines recreativos.
Tenían cuatro baños con diferentes temperaturas: El Frigidario, Tepidario, Caldario y Sudatorio.
En 1967 el Dr. John Flayer en Inglaterra, publicó un trabajo acerca de los efectos curativos del agua. En Alemania, los baños tibios se utilizaron ampliamente para mejorar el tono muscular y en el tratamiento de pacientes hiperexcitables.
En 1830, Vicent Pressinith, instaló un centro para el empleo del agua y ejercicios vigorosos y estableció finalmente la base fisiológica acerca de la hidroterapia. En 1903 se abre el primer centro en Boston, Estados Unidos. Gradualmente fue aceptado como una forma reconocida de tratamiento en enfermedades nerviosas.
En 1930, en Londres, se especializaron en el tratamiento de enfermedades reumáticas. En la actualidad se estudia en la Universidad y existen hospitales y clínicas con piscinas climatizadas para tratamientos de Rehabilitación en diferentes patologías: Neurología, Endocrinología, Reumatología, Ortopedia y Psiquiatría con excelentes resultados a nivel físico y psíquico.