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DANZA FOLKLÓRICA ARGENTINA

por Caly Bielik






Danzar es el modo de comunicación más ancestral del ser humano. Está ligado al hombre en la demostración de sus estados de ánimo, de sus ritos, de sus deseos, de sus ganas de expresar con el cuerpo todo lo que se quiere decir, mucho antes aún de que la palabra existiera.

En toda danza debe haber una búsqueda. La danza como expresión es, fundamentalmente, un trabajo con uno mismo. La danza no es solo una secuencia de pasos. Esto no alcanza. Aburre mucho ver un espectáculo que solo consiste en una mera secuencia de movimientos que pueden ser muy precisos pero no expresan nada... que a uno lo dejan igual...

La búsqueda consiste, además, en saber de qué manera puede uno llegar a decir, a comunicar, a conmover. Mi lenguaje es la danza folklórica argentina y para llegar a transmitirla uno debe tener un común denominador, el trabajo con el cuerpo, el trabajo de búsqueda de las raíces para saber los orígenes de la danza y saber qué quiere decir, cuál es su idiosincrasia, cuáles son sus anhelos, por qué cosas se movilizaron nuestros antepasados, cómo se fundió lo negro con lo español y lo aborigen, cómo es la geografía que envuelve a cada danza en sus diferentes regiones, cómo son sus gustos, sus comidas, sus bebidas, sus fiestas, sus mitos y sus creencias.

Todo esto que es tan complejo debe estar presente en un espectáculo de danza folklórica y además hay que tener en cuenta la sensibilidad del músico que captó esa esencia y la modificó en esa música para que uno tenga ese elemento y junto a él poder fluir en la expresión. Si la danza es una manifestación artística, el hecho creativo no debe faltar nunca, y en la danza folklórica siempre hay qué saber qué pueblo está detrás de ella, uno no se puede olvidar de esto, como tampoco se puede no respetar las raíces a las que uno apela.

Es una manera de dignificar lo que se hace, no se puede estilizar sin conocer la esencia, la raíz, lo étnico, el baile popular; si uno conoce la raíz de un pueblo va a poder captar esa esencia y ponerla en un escenario. Sin embargo, no se debe perder jamás de vista que nuestras danzas más populares son danzas de pareja donde se ponen en juego todos los ingredientes de sensualidad y seducción con movimientos y gestos únicos e irrepetibles en cada persona que danza. Si en cambio solamente se quiere ir a una búsqueda musical contemporánea, esa búsqueda se queda a mitad de camino, se debe comenzar conociendo lo rítmico y lo coreográfico de un gato o una chacarera al mismo tiempo que ir abriendo sus canales expresivos y no perdernos nunca en la coreografía solamente.

Vale la pena recordar aquí que las coreografías fueron pautadas para pasar nuestros bailes populares del campo a la ciudad y poder difundirlos en otros ámbitos y que en este intento se perdieron tal vez muchos elementos de lo esencial de ellas, y mucho más aún cuando es llevado a un gran número de bailarines donde el desplazamiento y los movimientos ya no tienen nada de nuestras raíces sino simplemente se trata de ocupar espacios y desplazarse sobre un escenario que nada nos dice de todo esto anterior mente vertido.

APor eso es necesario que los profesores y bailarines de danza folklórica argentina tengamos para siempre en cuenta qué significa danzar, cuál es el mensaje de las danzas y nunca olvidarnos del hecho creativo, para que el bailar una zamba, una chacarera o una cueca convoque cada vez a un mayor número de personas, las conmueva y ponga a la danza folklórica argentina en un lugar más digno y más relevante del que hoy ocupa.


Caly Bielik
Bailarina. Danzaterapeuta.
Ex directora del Ballet Folklórico. Universidad Nacional de Tucumán.