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MUNDO TAMBOR
por Fabián Tejada
Ya
casi podemos decir que somos un verdadero país
latino. Si había uno al que le faltaba esa conciencia
latina era a nuestra bendita tierra. Una de las manifestaciones
socio-culturales mas contundentes, o clara señal
de este proceso de cambio, es la llegada de los tambores
a nuestras calles, plazas, teatros, discografías
personales, movilizaciones callejeras, bateas de percusión
en disquerías, festivales,etc.
Ya podemos decir que es un estilo nuevo dentro de nuestra
cultura musical así como existe el jazz, rock,
folklore, tango y tantos otros. Ahora también esta
"la percusión". En los países
castigados y oprimidos históricamente, ya sean
de África, Asia o América, los tambores,
la danza y el canto, han sido y siguen siendo el arma
fundamental de la resistencia y la conexión con
la tierra. Una fórmula vital, algo que puede unir
a mujeres, hombres y niños con lo más esencial:
devolvernos a nuestra madre naturaleza.
Todas las culturas aborígenes lo tuvieron muy claro
desde el principio de la existencia cuando transmitían
sus mensajes a través de los tambores o en sus
rituales sagrados. La cultura del "compartir"
es la que generan los tambores: el todos para uno y uno
para todos. Para que semejantes ensambles con tanta diversidad
de instrumentos construidos por ellos mismos suenen tan
ajustado, con tanta calidad musical y con tanta pero tanta
energía, como si una manada de elefantes te pasara
por arriba de la cabeza y sin haber concurrido a algún
conservatorio o escuela, es por que en ellos hay una pauta
de convivencia incorporada en su sangre, en su sabia,
en su raíz: "Escucharse", o sea el respeto
por el otro. Pavada de pauta. En nuestra Argentina latina,
si bien la cosa se viene gestando hace unos quince añitos,
no puedo dejar de mencionar, percusionistas pioneros,
por Ej.: Luis Agudo, Carmelo Saita, Don Pepe Corriale,
también fundador del sindicato de músicos,
Domingo Cura, que todos conocen por su performance en
el folklore, pero también tocaba tumbadoras, bongo
y timbaletas como los dioses y editó los primeros
dos discos de percusión (por Melopea) en la época
del vinilo.
Otro de la galería es Juan José Colombo,
artesano en la fabricación de tambores y baterías
desde 1960 hasta estos días. También Horacio
"droopy" Gianello que ya usaba percusión
en el legendario grupo "Arco Iris" en los 70.
El resurgimiento de los carnavales, que
origino decenas de murgas, como así también
la vuelta del teatro callejero, pero esta vez con la percusión
como un elemento preponderante dentro de su desarrollo
artístico y el circo de calle que incorporo el
acompañamiento de tambores, generaron un verdadero
semillero de percusionistas. Y un hecho, que es para remarcarlo,
"el cacerolazo", donde multitudes, se juntaron
espontáneamente, en una sola idea, percutiendo
ollas, tachos y todo tipo de objetos sonoros, claro ejemplo
de esta latinización argentina. En cuanto a la
percusión como un nuevo estilo podemos mencionar,
a maestros y grupos que hicieron huella en esto de hacer
música con tambores.
En el año 84, Daniel Mele editó su primer
libro: Método de Tumbadoras "Masai",
totalmente innovador, más orientado a la creatividad
y la composición propia y no tanto a la tradición
folklórica de otros países. En el año
1992 formó el primer grupo de percusión
en la argentina: "la Orquesta Amarilla", explorando
la composición y la ejecución de obras propias,
un verdadero grupo de culto. O maestros como Miguel Tallo,
Rubén Sánchez Retta y Horacio López
comenzaron a crear ensambles de percusión afro-latina;
También Ramiro Musotto que muy pocos conocen, de
Bahía Blanca emigro en año 1985 a San Salvador
de Bahía Brasil, hoy es percusionista top en ese
país. O el fuerte aporte del movimiento río
platense del candombe: Yabor, "Negro Rada",
Afro-Candombe. Luego vinieron desde el rock "La Chilinga"
y Caturga desde el teatro callejero (percusión
popular), Paralelo 33 (contemporánea) y un aluvión
de grupos en estos últimos años: Rataplán,
Tamboro Mutanta, El Buscason, Las Lonjas de San Telmo,
Dos Orillas, Fortubanda, Cáscara, Quark, Wombere,
Terrestres, El Choque, Mondo Percanta, Mukaito Taiko Yyamba
y muchos grupos del interior del país. Parte de
este "volver a las fuentes" se debe a la necesidad
de recuperar nuestro saber salvaje, nuestro poder primitivo
y en este proceso destaco como referentes de las mujeres
con las que compartimos este fenómeno a pioneras
como Egle Martin, Andrea Alvarez, Mariana Baraj...
Toda esta marea de tambores devino también en la
realización de dos festivales "Buenos Aires
Percusión" de producción oficial y
de excelente organización y convocatoria: los festivales
“PercuBA” y “La Semilla” de producción
independiente. La influencia de percusionistas extranjeros,
como: Nana Vasconcelos, Alex Acuña, Trilok Gurtu,
Mongo Santamaría, Airto Moreira, Guem, Ray Barreto,
Zakir Hussain, Giovanni Hidalgo, entre tantos otros y
el impulso a la música del tercer mundo de la mano
de Peter Gabriel con la creación del sello Real
World y David Byrne con Luaka Bop, nos nutrieron y estimularon
en el maravilloso camino de los tambores. Ahora, solo
seguir descifrando el mensaje que nos traen los tambores,
la participación, la cooperación, el trabajo
en equipo, el respeto y lo que nos queda por descubrir...
Creo que vamos por buen camino.
Fabián Tejada
Músico, percusionista y docente Director de "Kamaruko"
Percusión Argentina
Colaboró: Karin Fortugno
Más info en www.kamaruko.com.ar
MUNDO TAMBOR
por Fabián Tejada
Ya
casi podemos decir que somos un verdadero país
latino. Si había uno al que le faltaba esa conciencia
latina era a nuestra bendita tierra. Una de las manifestaciones
socio-culturales mas contundentes, o clara señal
de este proceso de cambio, es la llegada de los tambores
a nuestras calles, plazas, teatros, discografías
personales, movilizaciones callejeras, bateas de percusión
en disquerías, festivales,etc.
Ya podemos decir que es un estilo nuevo dentro de nuestra
cultura musical así como existe el jazz, rock,
folklore, tango y tantos otros. Ahora también esta
"la percusión". En los países
castigados y oprimidos históricamente, ya sean
de África, Asia o América, los tambores,
la danza y el canto, han sido y siguen siendo el arma
fundamental de la resistencia y la conexión con
la tierra. Una fórmula vital, algo que puede unir
a mujeres, hombres y niños con lo más esencial:
devolvernos a nuestra madre naturaleza.
Todas las culturas aborígenes lo tuvieron muy claro
desde el principio de la existencia cuando transmitían
sus mensajes a través de los tambores o en sus
rituales sagrados. La cultura del "compartir"
es la que generan los tambores: el todos para uno y uno
para todos. Para que semejantes ensambles con tanta diversidad
de instrumentos construidos por ellos mismos suenen tan
ajustado, con tanta calidad musical y con tanta pero tanta
energía, como si una manada de elefantes te pasara
por arriba de la cabeza y sin haber concurrido a algún
conservatorio o escuela, es por que en ellos hay una pauta
de convivencia incorporada en su sangre, en su sabia,
en su raíz: "Escucharse", o sea el respeto
por el otro. Pavada de pauta. En nuestra Argentina latina,
si bien la cosa se viene gestando hace unos quince añitos,
no puedo dejar de mencionar, percusionistas pioneros,
por Ej.: Luis Agudo, Carmelo Saita, Don Pepe Corriale,
también fundador del sindicato de músicos,
Domingo Cura, que todos conocen por su performance en
el folklore, pero también tocaba tumbadoras, bongo
y timbaletas como los dioses y editó los primeros
dos discos de percusión (por Melopea) en la época
del vinilo.
Otro de la galería es Juan José Colombo,
artesano en la fabricación de tambores y baterías
desde 1960 hasta estos días. También Horacio
"droopy" Gianello que ya usaba percusión
en el legendario grupo "Arco Iris" en los 70.
El resurgimiento de los carnavales, que
origino decenas de murgas, como así también
la vuelta del teatro callejero, pero esta vez con la percusión
como un elemento preponderante dentro de su desarrollo
artístico y el circo de calle que incorporo el
acompañamiento de tambores, generaron un verdadero
semillero de percusionistas. Y un hecho, que es para remarcarlo,
"el cacerolazo", donde multitudes, se juntaron
espontáneamente, en una sola idea, percutiendo
ollas, tachos y todo tipo de objetos sonoros, claro ejemplo
de esta latinización argentina. En cuanto a la
percusión como un nuevo estilo podemos mencionar,
a maestros y grupos que hicieron huella en esto de hacer
música con tambores.
En el año 84, Daniel Mele editó su primer
libro: Método de Tumbadoras "Masai",
totalmente innovador, más orientado a la creatividad
y la composición propia y no tanto a la tradición
folklórica de otros países. En el año
1992 formó el primer grupo de percusión
en la argentina: "la Orquesta Amarilla", explorando
la composición y la ejecución de obras propias,
un verdadero grupo de culto. O maestros como Miguel Tallo,
Rubén Sánchez Retta y Horacio López
comenzaron a crear ensambles de percusión afro-latina;
También Ramiro Musotto que muy pocos conocen, de
Bahía Blanca emigro en año 1985 a San Salvador
de Bahía Brasil, hoy es percusionista top en ese
país. O el fuerte aporte del movimiento río
platense del candombe: Yabor, "Negro Rada",
Afro-Candombe. Luego vinieron desde el rock "La Chilinga"
y Caturga desde el teatro callejero (percusión
popular), Paralelo 33 (contemporánea) y un aluvión
de grupos en estos últimos años: Rataplán,
Tamboro Mutanta, El Buscason, Las Lonjas de San Telmo,
Dos Orillas, Fortubanda, Cáscara, Quark, Wombere,
Terrestres, El Choque, Mondo Percanta, Mukaito Taiko Yyamba
y muchos grupos del interior del país. Parte de
este "volver a las fuentes" se debe a la necesidad
de recuperar nuestro saber salvaje, nuestro poder primitivo
y en este proceso destaco como referentes de las mujeres
con las que compartimos este fenómeno a pioneras
como Egle Martin, Andrea Alvarez, Mariana Baraj...
Toda esta marea de tambores devino también en la
realización de dos festivales "Buenos Aires
Percusión" de producción oficial y
de excelente organización y convocatoria: los festivales
“PercuBA” y “La Semilla” de producción
independiente. La influencia de percusionistas extranjeros,
como: Nana Vasconcelos, Alex Acuña, Trilok Gurtu,
Mongo Santamaría, Airto Moreira, Guem, Ray Barreto,
Zakir Hussain, Giovanni Hidalgo, entre tantos otros y
el impulso a la música del tercer mundo de la mano
de Peter Gabriel con la creación del sello Real
World y David Byrne con Luaka Bop, nos nutrieron y estimularon
en el maravilloso camino de los tambores. Ahora, solo
seguir descifrando el mensaje que nos traen los tambores,
la participación, la cooperación, el trabajo
en equipo, el respeto y lo que nos queda por descubrir...
Creo que vamos por buen camino.
Fabián Tejada
Músico, percusionista y docente Director de "Kamaruko"
Percusión Argentina
Colaboró: Karin Fortugno
Más info en www.kamaruko.com.ar