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GORE
por Eleonora Vallaza
Unos
minutos después de presenciar Gore se tiene la
sensación de haber pasado un momento agradable
y divertido, combinada con una rara sensación
en principio indescriptible.
La historia es tan simple como extraña e incomprensible:
Dos seres de una especie extraterrestre en extinción
llegan al planeta tierra para extraer ciertos jugos
que genera el cerebro humano, para evitar que estos
últimos seres desaparezcan para siempre.
No tuvieron mucha suerte ya que cayeron en un barrio
muy poco amistoso y nunca lograron cumplir con su misión.
Esta es la anécdota, pero lo mas impactante en
Gore pasa por otro lado: El espacio escénico
en el que se desarrolla la obra transgrede dos principios
constructivos básicos presentes en casi todo
espectáculo teatral: a) La subordinación
del espacio escénico a los personajes b) La construcción
del espacio escénico por el espectador a partir
de la mirada.
El espacio que esta frente al espectador es un lugar
de transito por el cual los personajes entran comentan
algo y entran en diferentes ambientes que no están
a la vista del espectador, en ellos se desenvuelven
diferentes acciones violentas, dramáticas y hasta
sangrientas.
Este recurso cinematográfico se denomina fuera
de campo y permite que la atención se agudice
sobre lo que esta ocurriendo fuera del campo visual.
El efecto que produce es dar la sensación que
el espacio ya existía previamente y tanto personajes
como espectadores llegaron a invadirlo.
La desestabilización en el espectador es permanente,
por otro motivo: se apela al oído en primer lugar
antes que a la vista. Se deja en un segundo plano a
la visión, sentido prioritario en la cultura
occidental. La diferencia con el cine es que generalmente
después de un fuera de campo, con un movimiento
de cámara o contraplano se pasa inmediatamente
al plano con la presencia de personajes.
En Gore no hay cámara que guíe la percepción,
es su propia imaginación la que lo guía
para construir el espacio y las acciones que no están
al alcance de su vista. La imaginación no tiene
limites y Gore trabaja sobre esta falta de limites logrando
una combinación tragicómica muy placentera.
GORE
por Eleonora Vallaza
Unos
minutos después de presenciar Gore se tiene la
sensación de haber pasado un momento agradable
y divertido, combinada con una rara sensación
en principio indescriptible.
La historia es tan simple como extraña e incomprensible:
Dos seres de una especie extraterrestre en extinción
llegan al planeta tierra para extraer ciertos jugos
que genera el cerebro humano, para evitar que estos
últimos seres desaparezcan para siempre.
No tuvieron mucha suerte ya que cayeron en un barrio
muy poco amistoso y nunca lograron cumplir con su misión.
Esta es la anécdota, pero lo mas impactante en
Gore pasa por otro lado: El espacio escénico
en el que se desarrolla la obra transgrede dos principios
constructivos básicos presentes en casi todo
espectáculo teatral: a) La subordinación
del espacio escénico a los personajes b) La construcción
del espacio escénico por el espectador a partir
de la mirada.
El espacio que esta frente al espectador es un lugar
de transito por el cual los personajes entran comentan
algo y entran en diferentes ambientes que no están
a la vista del espectador, en ellos se desenvuelven
diferentes acciones violentas, dramáticas y hasta
sangrientas.
Este recurso cinematográfico se denomina fuera
de campo y permite que la atención se agudice
sobre lo que esta ocurriendo fuera del campo visual.
El efecto que produce es dar la sensación que
el espacio ya existía previamente y tanto personajes
como espectadores llegaron a invadirlo.
La desestabilización en el espectador es permanente,
por otro motivo: se apela al oído en primer lugar
antes que a la vista. Se deja en un segundo plano a
la visión, sentido prioritario en la cultura
occidental. La diferencia con el cine es que generalmente
después de un fuera de campo, con un movimiento
de cámara o contraplano se pasa inmediatamente
al plano con la presencia de personajes.
En Gore no hay cámara que guíe la percepción,
es su propia imaginación la que lo guía
para construir el espacio y las acciones que no están
al alcance de su vista. La imaginación no tiene
limites y Gore trabaja sobre esta falta de limites logrando
una combinación tragicómica muy placentera.